
Durante un viaje de placer en New York me dispuse a hacer lo que hacen a diario miles y miles de personas, la curiosa experiencia de viajar en metro. Me dirigía a Coney Island, lugar donde está tomada la foto del apartado “sobre mi” de este blog, en un viaje de apenas 30 minutos desde la isla de Manhattan con algún trasbordo que otro en las innumerables líneas de metro que conectan aquella maravillosa ciudad. Pero quizás se trataba de un viaje distinto al que hacía la mayoría de los usuarios de esa línea o tal vez era un trayecto visto desde otra perspectiva por ser un viaje de placer, alejado de la rutina diaria que acechaba a la mayoría de los pasajeros de ese tren. Sigue leyendo
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